domingo, octubre 21, 2007

‘NO QUIERO CONTRIBUIR AL ESPECTACULO’


Entrevista. José Merino del Río Diputado del Frente Amplio

Firme en sus posiciones, Merino acusa al Gobierno de una falsa voluntad de diálogo y de negarse a abrir un debate necesario para conciliar las dos visiones de país que emergieron durante el referendo para decidir el destino del TLC.

Irene Vizcaíno, La Nación ¿Reconocerá los resultados del referendo?

Yo creo que lo que hay que reconocer es que hay una sociedad herida, fracturada, y que un monólogo no es un diálogo. Ni siquiera la suma de dos monólogos es un diálogo. Aparte de la cortesía, no he visto por parte del Presidente de la República ni del Gobierno una reflexión crítica ni autocrítica de lo que está pasando en Costa Rica. He dicho claramente que hay resultados numéricos y al mismo tiempo he afirmado que se rompieron las reglas del juego democrático durante la fase de referendo, y fundamentalmente en los últimos días, lo cual le ha restado legitimidad democrática a los resultados. Pero más allá de la confrontación de palabras, trato de hacer una lectura que no creo que el Presidente esté haciendo.

¿Cuál es su lectura?

Que a pesar de todas las ilegalidades que se dieron y del plan delictivo del memorando, el proceso de referendo despertó a muchos sectores de la sociedad costarricense. Ha puesto de relieve que hay una confrontación muy intensa de dos visiones de país: o la continuidad de lo que se ha llamado hasta ahora Consenso de Washington y modelo neoliberal o un viraje hacia un modelo más solidario que recupere algunas señas de identidad de lo que ha sido el modelo costarricense. No solamente es un problema de entrar en una carrera a ver cuándo se aprueban las leyes de implementación, sino abrir un debate nacional que está bloqueado por una actitud autoritaria y prepotente del Gobierno de la República. Es en esas condiciones que yo no puedo aceptar lo que no es una voluntad política de diálogo, sino tomarse una foto. Francamente, nuestra política está sobrada de espectáculo y no quiero contribuir.

¿Usted cree que el PAC y Óscar López se fueron a tomar una foto con el Presidente?

No estoy juzgando la decisión de esos partidos, a los que respeto, ni a nadie que vaya a Casa Presidencial. Simplemente estoy haciendo una valoración propia de los hechos.

¿Qué va a hacer frente a la agenda de implementación?

Me voy a oponer porque son leyes controversiales, vamos a tener que abrir un debate. Espero que el grupo de los 38 no quieran resolver vía autoritaria y a golpe de tambor la discusión de esta agenda. José Merino y el Frente Amplio se opondrán con todas las herramientas democráticas que he usado en mi vida parlamentaria.

¿Solo será votación negativa o hará algo más?

Con todo lo que pueda en el marco de la Constitución y las leyes. Yo no quiero que pase la agenda de implementación y me voy a oponer con razones que, espero, un amplio sector de la opinión pública comparta.

Usted está hablando por un 48 por ciento ¿y qué pasa con el 51 por ciento que dijo que SÍ?

En ese 51 por ciento estoy seguro que hay mucha gente que ante temas concretos como qué va a pasar con el ICE, con el INS, con la propiedad intelectual o patentes sobre semillas y plantas se va a posicionar distinto. (...) Cada proyecto tiene su peculiaridad y obviamente voy a razonar sobre qué me parece más negativo. Lo voy a hacer cargado de las mayores razones y conocimiento posible. Tengo que insistir que estimo el diálogo como herramienta importante, pero fue el Gobierno el que dinamitó esos puentes del diálogo y no veo actitud sincera del Gobierno para restaurar las mínimas condiciones de credibilidad democrática.

¿Qué se necesita para dialogar, según su criterio?

Creo que es evidente que se han violentado reglas y el Gobierno tendría que reconocerlo. Después de haberle dicho al país que primero tenía que haber agenda de desarrollo, ahora quieren terapia de choque. Aquella metáfora de la manguera de jardín y el hidrante dejó de ser metáfora y ahora quieren conectarla para que este país explote.

¿Qué papel va a jugar el NO?

Yo creo que se va a articular. Hay una asamblea próxima del comité patriótico, de organizaciones sociales y de los partidos políticos que hemos estado con el NO. Creo que ese movimiento debe permanecer con la riqueza de su diversidad, resistir lo que se considere malo del país y abrir esperanzas y vías, y alternativas democráticas.

¿Como fuerza política?

Con la diversidad que tiene actualmente. Nadie sabe en definitiva lo que va a construirse porque desde la base social, sobre todo desde los comités políticos, hay un grado de autonomía y de creatividad. No creo que sea un problema, incluso todo ese proceso ha demostrado que los partidos políticos no tienen el monopolio de la representación y que, más bien, uno de los malestares de nuestra democracia es cómo abrir canales de participación que le pongan límite a esta ‘partidocracia’. Necesitamos reinventar la democracia.

Como político, ¿se siente fortalecido tras el referendo?

Me siento más acompañado por la gente, también me siento muy atacado por una minoría. Parece que eso es inevitable dentro de las campañas sucias. Me siento, repito, más acompañado y con mucha gente.

¿Entonces no hay posibilidad de negociación, no tiene paquete de proyectos que negociar?

Yo dialogo siempre aquí, en el Parlamento. Aquí hay un espacio para hablar todos los días. Creo que ese poder imperial de que hay que estar desfilando por Zapote es también uno de los problemas que tiene nuestra vía democrática. Aquí seguiremos hablando y proyectos que sean buenos en el Parlamento siempre tendrán el apoyo del Frente Amplio, y tendré cosas para proponer.

¿Solo entre diputados se entienden?

Creo que el Parlamento ha permitido cierto tipo de secuestro por parte del Poder Ejecutivo. Creo que también la crisis es por el excesivo poder presidencial que le ha quitado soberanía y autonomía al Parlamento. Esa es otra enfermedad que vive nuestra democracia representativa.

Encontexto

El invitado ausente

La fracción del Frente Amplio, representada por el diputado José Merino, fue la única que se negó a atender la invitación a Casa Presidencial que hizo el mandatario Óscar Arias.

La convocatoria estaba para el 18 de octubre.

Dos días antes, Merino expresó su negativa en una carta que envió al gobernante, en la cual también dejó clara su posición.

En la misiva, Merino califica los resultados del referendo como “proceso fraudulento” porque consideró que hubo “compra de votos y conciencias”.

También reiteró su rechazo a la agenda de implementación del Tratado de Libre Comercio con EE. UU., Centroamérica y República Dominicana.

Advirtió que su oposición la hará mediante “la lucha parlamentaria” y “la movilización social”.

Además, la ejercerá desde dos posiciones. Como representante del Frente Amplio y como militante del Movimiento Patriótico.


http://www.nacion.com/ln_ee/2007/octubre/21/pais1285753.html


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