SIGUE CAMPAÑA DEL MIEDO
José Merino del Río
Diputado, Partido Frente Amplio
Ante lo que se vaticina como una rotunda victoria del pueblo de Costa Rica el próximo 7 de octubre, el gobierno de los Arias quema los últimos cartuchos del memorando de la vergüenza.
Ahora, en maniobra desesperada, echan mano de la representante comercial de los Estados Unidos, Susan Schawb, que amenaza a Costa Rica con represalias si el pueblo le dice no al TLC. Esta señora insulta nuestra inteligencia y dignidad, y se entromete groseramente en nuestros asuntos internos tratando de influir como en los mejores tiempos de la política del garrote en el resultado del referéndum.
Los líderes demócratas, que controlan la mayoría en el Senado y en la Cámara de Representantes, han dicho categóricamente que Costa Rica podrá negociar nuevas relaciones comerciales con los Estados Unidos sobre bases más justas y equitativas, y han dejado sin lugar a dudas establecido que la Iniciativa de la Cuenca del Caribe es una ley federal sin fecha de caducidad, y que el presidente Bush no puede cambiarla por capricho o para castigar arbitrariamente a un país democrático como Costa Rica. ¿A quién debemos creer, a la funcionaria Schawb o la mayoría parlamentaria de las dos cámaras del parlamento estadounidense?
Estamos ante una nueva movida servil y antipatriótica del régimen de los Arias, que sin ningún pudor corre en auxilio de Bush, para seguir metiendo miedo a la sociedad costarricense.
Toda esta situación refleja lo que hemos venido afirmando: el TLC es un tratado corrupto y vendepatria, que esconde muchos negocios, entre ellos los de la misma familia Arias, como denuncia el semanario Universidad en la edición de esta semana.
Unido a esta injerencia brutal, encontramos nuevas amenazas de algunos sectores empresariales de que cerrarán empresas si no se aprueba el TLC.
Nunca nuestro pueblo pueblo había sido sometido a tanta infamia y tanto terror mediático.
Como dicen los obispos eméritos: "No tengamos miedo". Miente Susan Schawb, miente Arias, miente el grupo La Nación, que mañana volverá a abrir una nueva página de este capítulo de la vergüenza.
Nada ni nadie podrá arrebatarnos este triunfo patriótico. Digamos no, para abrir el camino de un comercio justo con Estados Unidos y con todo el mundo, para defender el futuro de una Costa Rica más decente, justa y soberana.
costa rica
tlc cafta
Diputado, Partido Frente Amplio
Ante lo que se vaticina como una rotunda victoria del pueblo de Costa Rica el próximo 7 de octubre, el gobierno de los Arias quema los últimos cartuchos del memorando de la vergüenza.
Ahora, en maniobra desesperada, echan mano de la representante comercial de los Estados Unidos, Susan Schawb, que amenaza a Costa Rica con represalias si el pueblo le dice no al TLC. Esta señora insulta nuestra inteligencia y dignidad, y se entromete groseramente en nuestros asuntos internos tratando de influir como en los mejores tiempos de la política del garrote en el resultado del referéndum.
Los líderes demócratas, que controlan la mayoría en el Senado y en la Cámara de Representantes, han dicho categóricamente que Costa Rica podrá negociar nuevas relaciones comerciales con los Estados Unidos sobre bases más justas y equitativas, y han dejado sin lugar a dudas establecido que la Iniciativa de la Cuenca del Caribe es una ley federal sin fecha de caducidad, y que el presidente Bush no puede cambiarla por capricho o para castigar arbitrariamente a un país democrático como Costa Rica. ¿A quién debemos creer, a la funcionaria Schawb o la mayoría parlamentaria de las dos cámaras del parlamento estadounidense?
Estamos ante una nueva movida servil y antipatriótica del régimen de los Arias, que sin ningún pudor corre en auxilio de Bush, para seguir metiendo miedo a la sociedad costarricense.
Toda esta situación refleja lo que hemos venido afirmando: el TLC es un tratado corrupto y vendepatria, que esconde muchos negocios, entre ellos los de la misma familia Arias, como denuncia el semanario Universidad en la edición de esta semana.
Unido a esta injerencia brutal, encontramos nuevas amenazas de algunos sectores empresariales de que cerrarán empresas si no se aprueba el TLC.
Nunca nuestro pueblo pueblo había sido sometido a tanta infamia y tanto terror mediático.
Como dicen los obispos eméritos: "No tengamos miedo". Miente Susan Schawb, miente Arias, miente el grupo La Nación, que mañana volverá a abrir una nueva página de este capítulo de la vergüenza.
Nada ni nadie podrá arrebatarnos este triunfo patriótico. Digamos no, para abrir el camino de un comercio justo con Estados Unidos y con todo el mundo, para defender el futuro de una Costa Rica más decente, justa y soberana.
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Etiquetas: CAFTA, Costa Rica, No TLC, TLC
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