NO AL DECRETAZO DE LOS HERMANOS ARIAS
Justificación del voto del diputado José Merino del Río, sobre el decreto del Poder Ejecutivo en relación con el referéndum. Sesión plenaria Acta 183, del lunes 23 de abril de 2007
DIPUTADO JOSÉ MERINO DEL RÍO:
Gracias, señora Presidenta.
Estoy lleno de alegría porque después de diecisiete años desde que el doctor Rodrigo Gutiérrez Sáenz, en nombre de las fuerzas populares y sociales de este país, trajo a esta Asamblea Legislativa la Ley del referéndum, que tuvo que topar con la férrea oposición del bipartidismo, de Liberación Nacional y de la Unidad Social Cristiana, que combatieron ferozmente la posibilidad de que se inscribiera en la Constitución Política de nuestra República la figura del referéndum, que siendo yo diputado se pudo aprobar por fin en el año 2000, a pesar de que Liberación y la Unidad quisieron siempre mutilar la figura del referéndum para que no fuera el referéndum más pleno, más participativo, que deseábamos los que lo hemos defendido desde el primer momento.
Que después de que el presidente Arias afirmara que aquí ya hubo un referéndum en las elecciones de febrero del año pasado, que ya tenían configurada la mayoría de treinta y ocho votos, con la certificación del señor Embajador de los Estados Unidos, convertido hoy parece en el jefe del comando del sí, estamos muy orgullosos los que hemos defendido la necesidad de que en nuestra democracia representativa avance hacia nuevas formas de democracia directa y participativa.
¡Vamos al referéndum!, porque tenemos toda la fe y toda la convicción, y toda la militancia para ganarlo, porque ya hemos ganado la batalla contra el TLC, hoy hemos demostrado que treinta y ocho votos en este Parlamento, incluso, ni cuarenta y tres, ni cincuenta y siete eran suficientes para poder aprobar un Tratado de libre comercio que nuestro pueblo ha comprendido que es hipotecar el futuro democrático, los derechos sociales, golpear el Estado democrático y social de derecho construido por varias generaciones.
Los diputados podemos votar proyectos de ley, podemos reformar, incluso, a la Constitución Política, pero nadie nos ha dado derecho de vender este país, nadie nos ha dado el derecho de privatizar un patrimonio nacional como el del ICE o el del Instituto Nacional de Seguros, o patentar la vida a través de entregar al lucro y a las patentes monopólicas los medicamentos, las semillas, las plantas, de comercializar el agua y de convertirlo en un bien común en una mercancía, de mercantilizar todavía más nuestro Sistema de Educación pública y nuestra Caja Costarricense de Seguro Social.
El 26 de febrero, el pueblo en la más grande manifestación de las últimas décadas, le dijo en la calle no al TLC y el Tribunal Supremo de Elecciones recogió, recogió lo que estaba sintiendo, el pulso del pueblo en la calle y le dijo sí a la consulta popular promovida por un grupo de ciudadanos.
Yo le he dicho sí a la consulta popular, yo quiero salir a las calles de mi Patria a pedirle la firma a los ciudadanos, yo quiero que el referéndum sea una campaña pedagógica y democrática, quiero que no sea una imposición ahora a través de un decretazo, quiero que sea producto de los que estuvieron primero en tiempo y tuvieron la valentía, y tuvieron la lucidez, y tuvieron el horizonte de pelear por un referéndum ciudadano, tenemos derecho a defender ese derecho... ese referéndum ciudadano, que tiene autonomía en la Constitución Política y en la Ley que regula el referéndum.
Por eso yo le digo no al decretazo, no al decretazo del Gobierno Arias que nunca creyó que, efectivamente, como ha dicho el diputado Óscar López han hecho de la necesidad virtud a última hora para arrancarle al pueblo la iniciativa, la iniciativa popular, vamos a referéndum, yo respetaré como ciudadano y como diputado lo que en última instancia decida el Tribunal Supremo de Elecciones, lo que decida el Tribunal Supremo de Elecciones después de que tome en cuenta todas las argumentaciones jurídicas que desde diversas instancias de nuestra sociedad se le están aportando, el Tribunal Supremo tendrá también que tomar una decisión de carácter muy trascendente.
¿Qué es lo que va a respetar? La iniciativa popular va a entregar mañana las hojas para que salgamos a los pueblos a recoger las firmas, les retamos a la mayoría mecánica, que ya no tiene los votos para poder aprobar el TLC en este Parlamento, los retamos a ver si dentro de un mes no tenemos nosotros medio millón de votos, medio millón de firmas, eso es lo que no quiere el Gobierno, le tenía pavor, le tiene pavor a la recogida de firmas, porque ahí le íbamos a dar una lección de democracia, les íbamos a dar una lección de fe de nuestro pueblo, de convicción en que vamos a enterrar el Tratado de libre comercio.
Y ojalá que con el Tratado de libre comercio también empecemos a enterrar este modelo neoliberal que ha creado, en este país, más pobreza, más desigualdad social, más corrupción, menos democracia.
El referéndum es una victoria del movimiento democrático y social de este país. Por eso, yo lo apoyo, con toda fe y con toda alegría.
Y no hay para mí absolutamente ninguna contradicción en decirle sí al referéndum, y decirle no al decreto presidencial, porque aquí estamos hablando de política, estamos hablando de cuál es el trasfondo de lo que se está debatiendo en este país.
Nosotros ya hemos ganado la batalla de las ideas, les hemos ganando, compañeras y compañeros de este Plenario, la batalla de los argumentos. Nosotros ya le hemos derrotados a ustedes, en la conciencia y en el corazón de la mayoría social de este país.
Por eso, vamos al referéndum, porque también esa derrota que está hoy, ya enraizada en la conciencia profunda de esta sociedad, la vamos a demostrar también en las urnas.
Estamos felices que podamos enterrar este referéndum democráticamente en las urnas.
Le digo no al decretazo, le digo sí a mi país, le digo sí a mi Patria, le digo sí a mi pueblo, le digo sí a la clase trabajadora, le digo sí a los estudiantes, a las amas de casa, a las mujeres de esta Patria, a los campesinos, a los indígenas, a los ambientalistas, a los intelectuales, al conjunto de las fuerzas del trabajo y de la cultura de este país, que estamos haciendo historia. El único país, de América Latina, que en las urnas y mediante un referéndum va a derrotar el primer tratado comercial con los Estados Unidos, no porque estemos en contra del comercio.
Queremos comerciar con todo el mundo abiertamente, pero queremos un comercio justo, un comercio que no esté basado en las desigualdades crecientes y en las asimetrías, un comercio que esté fincado en el bien común, un comercio que esté... fincado en el beneficio recíproco, que no es este Tratado de libre comercio.
Queremos que se consulte a la Sala, para que el pueblo tenga garantías democráticas, queremos que haya control real del Tribunal, para que el poder del dinero, que ya ha sido usado delictivamente en campañas electorales, que el dinero del narcotráfico, que el dinero de las trasnacionales, que el dinero de los negocios no intervenga corruptamente en las campañas electorales, como nos ha estado sucediendo en las últimas campañas en este país.
Queremos transparencia, queremos transparencia y equidad, y queremos que el Tribunal Supremo de Elecciones, que ha sufrido una erosión en la credibilidad de la opinión pública, pueda recuperarse demostrando, con este referéndum, que vamos a una elección limpia, igualitaria, transparente, repito, con observación internacional y en ese referéndum claro que vamos a escribir una de las páginas más hermosas de la historia de Costa Rica, una página que, no me cabe duda, que contribuirá a renovar, a enriquecer, a fortalecer, a ampliar nuestra querida democracia.
Yo le digo no al decretazo, señora Presidenta.
Muchas gracias.
costa rica
tlc cafta
DIPUTADO JOSÉ MERINO DEL RÍO:
Gracias, señora Presidenta.
Estoy lleno de alegría porque después de diecisiete años desde que el doctor Rodrigo Gutiérrez Sáenz, en nombre de las fuerzas populares y sociales de este país, trajo a esta Asamblea Legislativa la Ley del referéndum, que tuvo que topar con la férrea oposición del bipartidismo, de Liberación Nacional y de la Unidad Social Cristiana, que combatieron ferozmente la posibilidad de que se inscribiera en la Constitución Política de nuestra República la figura del referéndum, que siendo yo diputado se pudo aprobar por fin en el año 2000, a pesar de que Liberación y la Unidad quisieron siempre mutilar la figura del referéndum para que no fuera el referéndum más pleno, más participativo, que deseábamos los que lo hemos defendido desde el primer momento.
Que después de que el presidente Arias afirmara que aquí ya hubo un referéndum en las elecciones de febrero del año pasado, que ya tenían configurada la mayoría de treinta y ocho votos, con la certificación del señor Embajador de los Estados Unidos, convertido hoy parece en el jefe del comando del sí, estamos muy orgullosos los que hemos defendido la necesidad de que en nuestra democracia representativa avance hacia nuevas formas de democracia directa y participativa.
¡Vamos al referéndum!, porque tenemos toda la fe y toda la convicción, y toda la militancia para ganarlo, porque ya hemos ganado la batalla contra el TLC, hoy hemos demostrado que treinta y ocho votos en este Parlamento, incluso, ni cuarenta y tres, ni cincuenta y siete eran suficientes para poder aprobar un Tratado de libre comercio que nuestro pueblo ha comprendido que es hipotecar el futuro democrático, los derechos sociales, golpear el Estado democrático y social de derecho construido por varias generaciones.
Los diputados podemos votar proyectos de ley, podemos reformar, incluso, a la Constitución Política, pero nadie nos ha dado derecho de vender este país, nadie nos ha dado el derecho de privatizar un patrimonio nacional como el del ICE o el del Instituto Nacional de Seguros, o patentar la vida a través de entregar al lucro y a las patentes monopólicas los medicamentos, las semillas, las plantas, de comercializar el agua y de convertirlo en un bien común en una mercancía, de mercantilizar todavía más nuestro Sistema de Educación pública y nuestra Caja Costarricense de Seguro Social.
El 26 de febrero, el pueblo en la más grande manifestación de las últimas décadas, le dijo en la calle no al TLC y el Tribunal Supremo de Elecciones recogió, recogió lo que estaba sintiendo, el pulso del pueblo en la calle y le dijo sí a la consulta popular promovida por un grupo de ciudadanos.
Yo le he dicho sí a la consulta popular, yo quiero salir a las calles de mi Patria a pedirle la firma a los ciudadanos, yo quiero que el referéndum sea una campaña pedagógica y democrática, quiero que no sea una imposición ahora a través de un decretazo, quiero que sea producto de los que estuvieron primero en tiempo y tuvieron la valentía, y tuvieron la lucidez, y tuvieron el horizonte de pelear por un referéndum ciudadano, tenemos derecho a defender ese derecho... ese referéndum ciudadano, que tiene autonomía en la Constitución Política y en la Ley que regula el referéndum.
Por eso yo le digo no al decretazo, no al decretazo del Gobierno Arias que nunca creyó que, efectivamente, como ha dicho el diputado Óscar López han hecho de la necesidad virtud a última hora para arrancarle al pueblo la iniciativa, la iniciativa popular, vamos a referéndum, yo respetaré como ciudadano y como diputado lo que en última instancia decida el Tribunal Supremo de Elecciones, lo que decida el Tribunal Supremo de Elecciones después de que tome en cuenta todas las argumentaciones jurídicas que desde diversas instancias de nuestra sociedad se le están aportando, el Tribunal Supremo tendrá también que tomar una decisión de carácter muy trascendente.
¿Qué es lo que va a respetar? La iniciativa popular va a entregar mañana las hojas para que salgamos a los pueblos a recoger las firmas, les retamos a la mayoría mecánica, que ya no tiene los votos para poder aprobar el TLC en este Parlamento, los retamos a ver si dentro de un mes no tenemos nosotros medio millón de votos, medio millón de firmas, eso es lo que no quiere el Gobierno, le tenía pavor, le tiene pavor a la recogida de firmas, porque ahí le íbamos a dar una lección de democracia, les íbamos a dar una lección de fe de nuestro pueblo, de convicción en que vamos a enterrar el Tratado de libre comercio.
Y ojalá que con el Tratado de libre comercio también empecemos a enterrar este modelo neoliberal que ha creado, en este país, más pobreza, más desigualdad social, más corrupción, menos democracia.
El referéndum es una victoria del movimiento democrático y social de este país. Por eso, yo lo apoyo, con toda fe y con toda alegría.
Y no hay para mí absolutamente ninguna contradicción en decirle sí al referéndum, y decirle no al decreto presidencial, porque aquí estamos hablando de política, estamos hablando de cuál es el trasfondo de lo que se está debatiendo en este país.
Nosotros ya hemos ganado la batalla de las ideas, les hemos ganando, compañeras y compañeros de este Plenario, la batalla de los argumentos. Nosotros ya le hemos derrotados a ustedes, en la conciencia y en el corazón de la mayoría social de este país.
Por eso, vamos al referéndum, porque también esa derrota que está hoy, ya enraizada en la conciencia profunda de esta sociedad, la vamos a demostrar también en las urnas.
Estamos felices que podamos enterrar este referéndum democráticamente en las urnas.
Le digo no al decretazo, le digo sí a mi país, le digo sí a mi Patria, le digo sí a mi pueblo, le digo sí a la clase trabajadora, le digo sí a los estudiantes, a las amas de casa, a las mujeres de esta Patria, a los campesinos, a los indígenas, a los ambientalistas, a los intelectuales, al conjunto de las fuerzas del trabajo y de la cultura de este país, que estamos haciendo historia. El único país, de América Latina, que en las urnas y mediante un referéndum va a derrotar el primer tratado comercial con los Estados Unidos, no porque estemos en contra del comercio.
Queremos comerciar con todo el mundo abiertamente, pero queremos un comercio justo, un comercio que no esté basado en las desigualdades crecientes y en las asimetrías, un comercio que esté fincado en el bien común, un comercio que esté... fincado en el beneficio recíproco, que no es este Tratado de libre comercio.
Queremos que se consulte a la Sala, para que el pueblo tenga garantías democráticas, queremos que haya control real del Tribunal, para que el poder del dinero, que ya ha sido usado delictivamente en campañas electorales, que el dinero del narcotráfico, que el dinero de las trasnacionales, que el dinero de los negocios no intervenga corruptamente en las campañas electorales, como nos ha estado sucediendo en las últimas campañas en este país.
Queremos transparencia, queremos transparencia y equidad, y queremos que el Tribunal Supremo de Elecciones, que ha sufrido una erosión en la credibilidad de la opinión pública, pueda recuperarse demostrando, con este referéndum, que vamos a una elección limpia, igualitaria, transparente, repito, con observación internacional y en ese referéndum claro que vamos a escribir una de las páginas más hermosas de la historia de Costa Rica, una página que, no me cabe duda, que contribuirá a renovar, a enriquecer, a fortalecer, a ampliar nuestra querida democracia.
Yo le digo no al decretazo, señora Presidenta.
Muchas gracias.
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Etiquetas: Costa Rica, No TLC
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